Las empresas proveedoras exigen medidas urgentes al Gobierno para garantizar el desarrollo de esta modalidad en tiempos de cuarentena.
Mientras se aguarda la decisión del Gobierno nacional en decretar la cuarentena total con el fin de frenar la propagación del Covid-19, la opción del “trabajo a distancia” se fue extendiendo por sectores a medida que se iban imponiendo las restricciones y entienden que es el camino a seguir para contener y cuidar a sus empleados.
Lentamente en la Argentina muchas compañías se ven obligadas a operar bajo el modelo de “home office”, lo cual apunta a convertirse en cotidianidad en la Argentina de las próximas semanas. Pero la pregunta es… si un país en donde aún existen permanentes “baches” de señal para hablar por celular, se discute la colocación de antenas 4G mientras el mundo opera en 5G y las señales de red se caen con reiteración; está preparado para asumir este desafío en un tiempo prolongado y si cuenta con la infraestructura necesaria.
Lo cierto es que en las principales empresas de Internet y telefonía del país ya advierten sobre las consecuencias que sufriría el sector y llaman al Gobierno a tomar medidas para lograr garantizar el acceso a la red en las casas.
Se aproxima una etapa de severos cambios a corto plazo y las entidades exigen a las autoridades que se instale el tema en agenda. Afirman que al igual que sucede en muchos países, el servicio se encuentra al borde del colapso ya que no cuenta con las herramientas necesarias para que sea utilizado de manera ilimitada en los hogares.
Ante dicho panorama, en las compañías temen que no haya una solución a la brevedad y advierten que si el Ejecutivo no se propone a declarar como “esencial” el servicio de Internet y las tareas del área tecnológica, los trabajadores no se presentarán para evitar la exposición y eso afectaría la calidad del servicio en los hogares. Un factor de suma importancia al remarcar que el 80% de las gestiones deben realizarse en domicilios para llevar adelante todas las medidas de seguridad y los recaudos necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del Internet. Esto también involucraría a las empresas que necesitan mejorar su red.
El dólar subió a $1.260 y alcanzó un nuevo máximo desde la salida del cepo