Se trata del hospital Manuel Belgrano, ubicado en el partido bonaerense de San Martín. Aseguran que el gobernador no tiene síntomas y no será aislado.
Al menos quince trabajadores del hospital Manuel Belgrano, en el partido de San Martín, fueron diagnosticados con coronavirus y la noticia adquirió mayor relevancia ya que el gobernador Axel Kicillof visitó el establecimiento el pasado viernes. Desde el entorno del mandatario señalaron que no tiene síntomas y que por el momento no será aislado.
Según trascendió, se trata de cinco médicos y diez enfermeros que se encuentran hospitalizados en distintos nosocomios de la Ciudad de Buenos Aires y otros se encuentran realizando la cuarentena en sus casas «en buen estado de salud y en pleno proceso de recuperación. Pero hay algunos casos con requerimiento de oxígeno.
“Establecimos que la mayoría de las internaciones se hagan en otros centros de salud. Por esta situación vemos disminuido nuestro equipo de médico”, explicó el director del centro de salud, Nicolás Rodríguez, y agregó: “Estas cosas son dinámicas. En la medida en que se van detectando casos, la gente de epidemiología del Hospital los aísla”.
Adicionalmente, otros 20 trabajadores del hospital ubicado en el partido de San Martín se encuentran aislados preventivamente en sus domicilios, y son seis los pacientes con COVID-19 internados en el lugar, siendo cuatro enfermeras que allí trabajan y dos las personas ajenas al establecimineto.
La visita del gobernador se llevó a cabo el pasado viernes 10, y participaron tanto el mandatario provincial como Fernando Moreira, intendente local; Lauro Grande, titular de la Unidad Ejecutora de Articulación Territorial del Ministerio de Obras Públicas de la Nación; el ministro de Salud, Daniel Gollán y Agustín Simone, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia.
Desde la gobernación destacaron que Kicillof no mantuvo contacto con nadie durante la recorrida, que se encuentra en buen estado de salud y preventivamente se le realizan chequeos de fiebre diarios.
El dólar subió a $1.260 y alcanzó un nuevo máximo desde la salida del cepo