El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el fin de un trámite que trababa la entrada de distinto equipamiento del exterior.
Tras 30 años de vigencia, el Gobierno nacional anunció la eliminación de una exigencia que impedía el ingreso al país de maquinaria y equipamiento usado al país. Se trata de la tramitación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), según explicó el ministro de Economía, Luis Caputo.
Si bien alcanza a varios sectores, en el campo era una medida reclamada por productores y contratistas que pedían acceder a tecnología usada pagando menores precios. En tanto, quienes venían objetando cualquier cambio en el CIBU advertían posibles ingresos de plagas junto a los equipos.
En concreto, la medida de la administración libertaria se da después de una fuerte crítica del Gobierno de Estados Unidos contra la Argentina y Brasil por no dejar ingresar ganado en pie y equipamiento “remanufacturados” desde la nación de Donald Trump.
De acuerdo a lo explicado por Caputo, la medida permitirá importar bienes en múltiples sectores de la industria, como por ejemplo máquinas para extracción de petróleo y gas, cortadoras industriales, moldes de matriceria (usados en la industria automotriz) y maquinaria para la industria gráfica, entre muchas otras.
El CIBU, de 1994, se había creado con la resolución 909/1994 del exministro de Economía, Domingo Cavallo. Fijaba un entramado de trámites que incluía a la Secretaría de Comercio, la industria nacional y los importadores.
“A partir de ahora, quienes necesiten importar podrán hacerlo de forma automática, sin la necesidad de realizar trámites. La medida elimina la intervención del Estado que demandó, sólo en 2024, la tramitación de alrededor de 1500 expedientes”, escribió en la red social X. “La norma beneficiará a los sectores que, al no tener la posibilidad de acceder a bienes de capital nuevos, podrán optar por importar bienes usados, para producir de manera más competitiva, incorporando tecnología a sus procesos productivos a un costo más bajo”, agregó.
También, dijo el ministro, es un beneficio para los sectores estratégicos, como el minero, el energético o el hidrocarburífero, porque podrán contar con procesos ágiles para la importación de maquinarias usadas, sin la intervención del Estado.