El ministro de Educación se refirió al problema en CABA con los gremios por el regreso a las clases presenciales y aseguró que el conflicto es a nivel nacional.
En un contexto de alta tensión por el debate entorno al regreso a las aulas, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, sostuvo que desde la oposición se intenta declarar a la Educación como «servicio esencial» y en ese sentido aseguró en una nota con Cinco Barra Cinco por Milenium que «es esencial, es prioritario, pero no hay solución mágica. Es un derecho, no es un servicio».
El funcionario siguió en esa línea y disparó contra la oposición y sostuvo que «Lo que no puede haber es margen para un debate hipócrita, porque quienes dicen que la educación es un servicio esencial son los que han dedicado a desfinanciar la escuela durante los años de gestión de Macri».
«A estos dirigentes de Juntos por el Cambio les pediría que en vez de aprobar leyes nuevas, que además no sirven para mucho ¿por qué no cumplimos las leyes que están vigentes», sostuvo Trotta.
El ministro informó que «hubo inversiones prioritarias en la educación en general para cumplir la Ley de Financiamiento Educativo» y recordó que «el regreso a la presencialidad segura se relaciona con los protocolos».
Respecto a la discusión por el regreso a las aulas en Ciudad de Buenos Aires, Trotta comentó que «los conflictos de CABA se transforman en nacionales. En todas las provincias que visité me reuní con los gremios y dejamos en claro las miradas sobre los pasos que tenemos que seguir»
«Cuando hay conflicto no pierden los sindicatos ni el Gobierno, pierden las escuelas», sentenció el responsable de la cartera de Educación.
«Si decimos que la educación es esencial, la única forma de reflejarlo es que la política no le de más la espalda», explicó Trotta y aseguró: «Lo que tenemos que poner en foco es por qué la política desfinancia la escuela»
«Estamos en un momento donde tenemos que plantear el diálogo con todos los actores del sistema. Tenemos que tener debates más profundos en lo que tiene que ser la agenda educativa, y no pensar que podemos construir consensos educativos en una agenda que implica cercenar derechos», cerró.
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