Estamos viendo claramente que aumenta la tensión social en la calle. Vemos marchas de organizaciones sociales y piqueteras presionando por más asistencialismo, aprovechando también el momento electoral.
Pero más allá de esta situación, es evidente que hay una pelea entre el peronismo y las organizaciones sociales por el control de la calle, por el manejo de presupuestos cada vez más impresionantes y por la utilización obviamente del drama de la pobreza.
La realidad es que la explosión de la pobreza es bastante evidente.
La oficina de Victoria Tolosa Paz media lo que se denomina pobreza multidimensional, que es una medición más lógica que la que realiza el Indec, porque este sólo mide el ingreso de las familias y en función de eso, por ejemplo, una familia es pobre o no si su ingreso supera los 65 mil pesos; mientras que la multidimensional mide los ingresos pero también el acceso a la vivienda, a la educación y las condiciones de vida, por ejemplo.
Hace dos años Mauricio Macri perdía las PASO. Y esa pobreza multidimensional en la Argentina era del 30%. Hoy es de 50%. La mitad de los argentinos está en una situación muy complicada.
Y lógicamente en esta tensión social que se presenta dia a dia, la necesidad de que se aumente el gasto público para contener todos los reclamos es cada vez mayor.
El estado necesita cada vez más recursos y al mismo tiempo promueve cada vez más inflación y más impuestos.
Tolosa Paz, la principal candidata del gobierno, se ha sincerado y ha dicho que lo que viene el año que viene son más impuestos en un estado que necesita cada vez más recursos para repartir más subsidios en una economía donde se ha empobrecido todo el país.
La clase media argentina no está en condiciones de pagar las tarifas, lo que vale la luz, el gas, el transporte. La clase trabajadora no puede pagarlos. Y esto genera cada vez más subsidios.
La inflación en la Ciudad fue de 2,1% en junio y acumuló 44,5% en el último año