En un giro inesperado que se lee como un intento por descongelar la relación, Jair Bolsonaro ordenó a su vicepresidente Hamilton Mourão que viaje a primera hora del martes rumbo a Buenos Aires para participar de la asunción de Alberto Fernández.
En la negociación para mejorar la relación se involucraron en forma directa Fernández y Daniel Scioli, el futuro embajador en Brasilia. Scioli y Fernández hicieron llegar una invitación a un colaborador muy cercano a Bolsonaro, y el presidente brasileño resolvió enviar a Mourão, un militar retirado que suele tener posiciones más pragmáticas que Bolsonaro, según informa el diario Clarín.
A primera hora del lunes, Bolsonaro manifestó que “el comercio con Argentina sigue siendo el mismo, sin interferencia, no cambia nada” con el cambio de gobierno.
El presidente brasileño habló brevemente con la prensa al salir de la residencia presidencial de Alvorada sobre la asunción de Fernández y toda la polémica alrededor sobre quién sería su representante en la ceremonia.
Bolsonaro había señalado a los periodistas que analizaba “la lista de invitados” a la ceremonia de asunción de Fernández aunque, hasta ese instante, no dio detalles.
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