Tras la polémica que instaló Ginés González García sobre las «condiciones inaceptables» que puso el laboratorio para vender la vacuna, en Casa Rosada hay optimismo para llegar a un acuerdo pronto.
Entre las idas y vueltas por la vacuna rusa y las críticas de la oposición, el gobierno nacional reactivó las negociaciones con Pfizer para intentar acordar el arribo al país de 3 millones de dosis de su antídoto contra el coronavirus. Las charlas se llevan adelante tras los roces con la compañía internacional y luego de que el ministro de Salud de la Nación Ginés González García habló de “condiciones un poco inaceptables” por parte del laboratorio.
Fue el empresario Nicolás Vaquer, titular de Pfizer en la Argentina y para América Latina, quien pidió a la casa matriz de la compañía firmar el convenio con la Argentina. Existiría un problema de carácter logístico, ya que la firma internacional quería que el Estado argentino los contrate también para hacer el seguimiento de la aplicación. Eso quedaría zanjado con el correr de las horas.
El propio ministro Ginés es el que encabeza las negociaciones, el mismo que días atrás admitió que el Gobierno está “bastante molesto” con Pfizer por las supuestas condiciones que impone la empresa para cerrar el acuerdo. Es que la Casa Rosada promulgó en el Congreso la ley de vacunas, una iniciativa que se ajustaba a lo requerido por el laboratorio, pero que la firma internacional todavía considera insuficiente.
A las charlas del titular de la cartera de Salud se suman las gestiones de Jorge Arguello, embajador argentino en Estados Unidos, que le envió una carta a la administración de Donald Trump para intentar buscar respaldo, aunque en la Casa Blanca se mostraron indiferentes.
Milei, en la tapa de The Economist: “Mi desprecio por el Estado es infinito”