El ministro de Seguridad bonaerense, aseguró que el imputado «inconscientemente sabía que estaba manipulado y por eso no la cargó».
Las repercusiones tras el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner continúan y ahora fue el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien apeló al psicólogo Sigmund Freud para explicar por qué el disparo no salió.
«El tiro no salió porque no tenía la munición en el lugar donde debería que estar para salir. La pregunta es por qué y hay muchas respuestas», empezó Berni, en declaraciones televisivas.
Con un enfoque psicológico y apelando a Freud, argumentó: «Cuando alguien está angustiado y no quiere hacer algo de lo que no está convencido y está manipulado, se suprimen ciertas funciones, inconscientemente, sin que uno lo sepa. Puede haber sido una de las causas. Está muy descripto en la bibliografía de Freud. Uno cuando estudia psiquiatría, hay un capítulo de Freud que tiene que ver con las inhibiciones, el síntoma y la angustia».
En este sentido, sostuvo que «esas inhibiciones anulan una función cerebral cuando uno no está totalmente convencido de lo que va a hacer, cuando es manipulado», y luego completó: «iba dispuesto a matarla, pero inconscientemente sabía que estaba manipulado y por eso no la cargó».
«También podemos pensar que en el apuro, en la emoción o en la inexperiencia no montó el arma. Pero creo que hay que remitir a los escritos de Freud para poder entender por qué no disparó», consideró el ministro.
En cuanto a qué hubiera pasado si la bala salía, Berni habló de un cambio en la historia del país y de un contexto de «convulsión muy agudo».
«Es muy importante saber que estuvimos a nada de un hecho que hubiera cambiado la historia de la Argentina», expresó, y luego aseguró que «si la bala salía la Argentina hoy sería otra, estaríamos en un estado de convulsión muy agudo».
Por último, ahondó en quién se encuentra detrás del atentado y explicó: «Siempre atrás del actor material hay un actor intelectual. La Justicia empezó a desandar ese camino».
«Me cuesta creer que esta chica Brenda sea el final de cadena de responsabilidades. Conociendo cómo se manejan muchos servicios de inteligencia que reclutan, estas personalidades son las más buscadas. Son los que empiezan a trabajar psicológicamente sobre esta gente manipulada y a la hora del atentado cuelgan el teléfono y nunca más se supo de ellos», puntualizó.
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