La vicepresidenta Cristina Kirchner se comunicó este martes con el presidente Alberto Fernández tras el grave inconveniente de salud que sufrió y lo obligó a permanecer más de seis horas internado en Bali, isla de Indonesia, en el marco de su gira internacional.
El jefe de Estado padeció una gastritis erosiva con sangrado que lo obligó a suspender las actividades programadas y generó temor en la comitiva.
En ese sentido, la vicepresidenta se contactó con Alberto Fernández para conocer su situación actual, luego de dos meses sin diálogo.
El último llamado entre ambos políticos fue en el intento de magnicidio de Cristina Kirchner en Recoleta, el pasado 1 de septiembre.
Tras realizarse los estudios médicos correspondientes, Fernández fue dado de alta y se reunió con el titular de China Xi Jinping.
El suceso marginó al jefe de Estado del comienzo de la cumbre del G2O. Por ello, Fernández contó que lo que lo aquejó fue “una descompensación producto de una gastritis erosiva que generó un sangrado y una baja de la presión importante”.
“Para verificar exactamente el nivel de sangrado, nos trasladamos a un hospital de Bali al solo efecto de hacer una endoscopía”, agregó.
Y agradeció: “Muchas gracias a todos por la preocupación; estoy bien, estoy trabajando bien”.
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