Aunque estaba pautada para enero, la secretaría de Energía la pasó para el segundo mes del 2020.
En sus últimas semanas en el poder, el Gobierno de Mauricio Macri volvió a postergar el aumento en la tarifa de gas que estaba prevista para enero y finalmente se pasó para febrero. Así lo dispuso la Secretaría de Energía, a cargo de Gustavo Lopetegui, a través de la resolución 751/2019 firmada por el funcionario y publicada en el Boletín Oficial.
En el comunicado se considera el «diferimiento, para el 1° de enero de 2020, del ajuste semestral de los márgenes de transporte y distribución que comprenderán las variaciones operadas desde el 1º de octubre de 2019 hasta la emisión de los respectivos cuadros tarifarios». Aclara que en esa oportunidad deberá usarse «el índice de ajuste correspondiente para reflejar la variación de precios entre los meses de febrero y agosto de 2019».
Vale recordar que la suba del primer semestre del año fue en marzo, un 29% de manera escalonada. El segundo ajuste debía regir en octubre pero en septiembre se estiró hasta enero, ya que afectaría a la «reactivación del consumo y de la actividad económica en general», argumentaban en la Casa Rosada.
La nueva resolución aclara que con el objetivo de «preservar el equilibrio económico financiero de los contratos» se decidió la «readecuación de las obligaciones de las licenciatarias de transporte y distribución de gas, esencialmente aquellas que impliquen inversiones obligatorias a su cargo, sin que ello afecte en modo alguno sus obligaciones frente a los usuarios abastecidos».
Días atrás, Lopetegui indicó que el aumento de las tarifas energéticas quedaría en manos del próximo gobierno, que asumirá el 10 de diciembre. En un balance de gestión ante la prensa, el secretario explicó que una de las prioridades de la nueva gestión será la de abordar «la discusión de las tarifas del gas, del petróleo y combustibles».
Además, el funcionario saliente confirmó que no convocaría en diciembre a la audiencia pública para definir un nuevo ajuste en las tarifas del gas, que debería incluir el efecto de la inflación y la devaluación del último semestre.
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