La nueva polémica sobre el financiamiento a los movimientos políticos se instaló en las últimas horas cuando se dio a conocer la situación que se vivió en el norte del conurbano el pasado fin de semana, cuando integrantes del Movimiento Evita fueron inspeccionados por Gendarmería y se les halló un montó que rondaba los 1.4 millones de pesos.
Los tres ocupantes, de entre 20 y 30 años, mostraron sus identificaciones, y aceptaron mostrar el interior de la camioneta Renault donde además de banderas que hacían alusión a la agrupación, se encontró un bolso negro que contenía 33 sobres cerrados, casi todos con inscripciones con los montos.
Fernando “Chino” Navarro, jefe del Movimiento Evita y uno de los organizadores del evento en Luján, estuvo acompañado en el acto por el sindicalista Héctor Daer, y los ocupantes informaron que el efectivo era para “el pago del transporte” de los asistentes al acto: unos 100 micros para el traslado para tres mil militantes.
El destacamento de Pilar remitió toda la información a Adrián González Charvay, juez federal de Campana, que se hizo cargo del operativo y tras varias horas confirmó que el dinero estaba “justificado” por aportes de los militantes de la organización y que el monto había estado “bancarizado”.
“Se pudo verificar que la plata era para el acto. No había ni sospechas ni indicios de lavado de dinero. Esos eventos se financian en la informalidad”, aseguraron fuentes judiciales a Clarín. Por esta situación, el Juez no abrió ningún expediente al respecto ni se cursará mayores averiguaciones al respecto.
En un año en donde las elecciones legislativas están a poco mas de seis meses de celebrarse, se vuelve a poner a poner el ojo sobre las participaciones de los políticos y partidos en las agrupaciones sociales con esta situación que tuvo a Movimiento Evita, uno de los sectores más afines al kirchnerismo, como protagonista.
Pablo Moyano renunció a la CGT