La Unidad de Información Financiera (UIF) prorrogó el congelamiento de activos de la organización terrorista pro-iraní Hezbollah, sus líderes, “y entidades específicas del ala militar que integran la misma”, acusada por la Justicia argentina por los atentados a la embajada de Israel, en 1992, y la sede de la AMIA, en 1994.
La UIF estableció a través de la resolución 1/2020 la prórroga por seis meses del congelamiento de activos, establecido el 18 de julio pasado, día en el que se cumplieron 25 años del atentado a la AMIA.
“Los múltiples atentados terroristas perpetrados por Hezbollah a nivel global, las sospechas fundadas respecto a la responsabilidad de Hezbollah en los atentados terroristas perpetrados contra la Embajada de Israel y la AMIA en Argentina, la presencia actual de elementos vinculados a Hezbollah en la zona de la Triple Frontera y el riesgo de financiación del terrorismo que representan, así como los vínculos comprobados entre Hezbollah y el régimen Iraní”, son para la entidad motivo suficiente para extender las sanciones.
La entidad a cargo de Mariano Federici, designado por el gobierno de Mauricio Macri, también señala que “los hechos de público conocimiento recientemente suscitados, entre los que se destaca la muerte del general Qasem Soleimani y las represalias que funcionarios del régimen iraní han prometido públicamente llevar a cabo, incluyendo aquellos funcionarios con pedidos de captura internacional ordenados por la Justicia argentina”, especificaron. La decisión, afirmaron fuentes del organismo, “fue comunicada en el día de hoy a los más de 90.000 sujetos obligados que integran la red de colaboradores de la UIF-AR”.
Alberto Fernández tiene decidido designar en lugar de Federici al abogado Carlos Cruz, sobre quien pesan impugnaciones de partidos de la oposición por su relación con el líder del sindicato de porteros, Victor Santa María, acusado por la propia UIF por una cuenta no declarada en el Exterior por U$S 4 millones.
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